Estas tres monjas trabajaban en una Asociación civil mexicana en la que se intenta ayudar a personas sin recursos económicos, ellas cogieron dinero de algunas de las donaciones que recibían, se compraron un coche y se fueron de vacaciones a Acapulco.
Se trata de las hermanas Nohemí Hernández Jimenez, Mireya Izazaga Vejar y Angélica María Hernández Jiménez, y gracias a unos documentos se ha podido demostrar que estas tres mujeres tomaron dinero de las donaciones, se compraron un Volkswagen Golf por unos 8.000 euros y se fueron de vacaciones a Acapulco.
La madre superiora de esta organización ha presentado una demanda contra estas tres mujeres alegando delitos de fraude y abuso de confianza.
