La obsesión por adelgazar, y además hacerlo rápido, lleva a algunas personas a hacer las llamadas “dietas milagro” que en muchas ocasiones son una verdadera locura. 
La dieta del factor sanguíneo: Se basa en la teoría de que hay un plan alimenticio especial para cada tipo de sangre. Por ejemplo, los de grupo sanguíneo A necesitan comer más vegetales y no comer carnes rojas, mientras los de B son los únicos que pueden consumir productos lácteos.
La dieta de las 4 horas: Ésta empieza con una norma habitual: dejar los carbohidratos, las patatas y los cereales, y reemplazarlos con muchas legumbres, carnes y vegetales durante seis días. Hasta ahí bien. Lo complicado aparece el séptimo día, cuando corresponde comer sin parar hasta que el ritmo del metabolismo se disminuya por falta de calorías. Para que resulte aún más extraña, su creador recomienda tomar dos copas de vino por día para quemar grasas.
La dieta de comida de bebé: Consiste en remplazar la comida habitual por 14 potitos al día. La razón es que no contienen aditivos, sólo vitaminas y nutritivos.
La dieta de los cinco bocados: Esta es la dieta más simple: comer lo que sea pero sólo cinco mordiscos. Se supone que el que la practique se acostumbrará a los pocos días a la cantidad.
La «Paleo» dieta: La dieta más rara con diferencia, la de las cavernas Comer lo que comían los humanos hace 10.000 años. Pescado, carne, vegetales, raíces, nueces y frutas. Nada de lácteos o azúcares procesados.
