Su nombre era Kimberly Walker, era una soldado que fue asesinada, en el cementerio se colocaron dos lapidas con la forma de su personaje favorito, Bob Esponja.
Los familiares pidieron todos los permisos necesario y las autoridades del cementerio dieron su visto bueno a todo y las lapidas fueron instaladas.
Eran dos Bob Esponja de poco más de dos metros de altura vestidos con un traje de soldado, aunque duraron poco más de un día.
Fueron retiradas por los encargados del cementerio debido a que afirmaban que no eran apropiadas, diciendo que habían cometido un error de criterio.
La solución que les dieron a los familiares fue la de reembolsarles el precio de las lapidas, unos 30.000 euros y la colocación de unas más tradicionales.
