Su nombre es Mark Gregory, tiene 33 años y es interno en la cárcel del Condado de Oklahoma, es el protagonista de este artículo porque fue pillado con una pistola escondida en su recto.
La oficina del Sheriff afirma que les llegó el soplo de que este hombre había estado presumiendo por la cárcel de poseer un arma de fuego, cuando los agentes se enteraron de esto procedieron a realizarle un registro de cavidades corporales, encontrando en su recto una pistola Derringer cargada.
El hombre fue llevado al hospital tras retirarle el arma que está en funcionamiento y con una ronda de munición, ahora a Mark se le ha añadido un delito de contrabando grave dentro de una institución penal.
