La distancia interpersonal de seguridad
Por lo general nos sentimos más seguros si las personas se sitúan a una distancia mínima de 20 a 40 centímetros de distancia de nuestra cara, que son los límites físicos del espacio peripersonal, explicado sencillamente para que se entienda, el área invisible que nos rodea y que representa el margen de seguridad entre nuestro cuerpo y el resto del mundo. Si este espacio se traspasa el cerebro reacciona y el cuerpo adopta una posición de defensa, poniendo en marcha una serie de reflejos para evitar potenciales daños.
El trabajo también revela que esa distancia es mayor en personas que sufren ansiedad, ya que necesitan un espacio de seguridad personal a su alrededor más amplio. Y se debe según exponen los autores del trabajo, a que «los individuos ansiosos perciben los estímulos amenazadores como más próximos a su cuerpo de lo que realmente están».