Torturas Antiguas X, La Cigueña
A primera vista este artilugio de tortura parece más inofensivo de lo que realmente es, no parece capaz de producir todo el dolor que sentían las personas que eran sometidas a esta tortura.
Se trata de un artilugio de tortura construido comúnmente en hierro, su principal función era la de inmovilizar a las victimas sujetándolas por cuello, manos y tobillos, sometiendo así al torturado a una posición incomoda.
Esa incomoda posición provocaba unos calambres en los músculos rectales y abdominales que poco a poco se iban extendiendo a todo el cuerpo.
Con el paso del tiempo los calambres se intensificaban y se expandían por todo el cuerpo en este orden: primero en los abdominales y rectales, luego en los pectorales, cervicales y en las extremidades.
Este aparato no acababa con la vida del torturado, pero al cabo de un tiempo los dolores se volvían insufribles, se solía acabar con su vida mutilándolo, golpeándolo o quemándolo.