Anécdotas de guerra XXV: Un almirante enfurecido
Durante una fase de la caza a la que los buques británicos Rodney y King George V sometieron al acorazado de bolsillo germano Bismarck, los artilleros de la Royal Navy demostraron no tener demasiada puntería. De los 719 proyectiles que se dispararon contra el barco alemán, cuando su casco estaba en llamas y se encontraba indefenso, menos de una decena hicieron blanco, pese a encontrarse a poca distancia (aunque esta falta de puntería era normal en las batallas navales disputadas en Primera Guerra Mundial).
Este ridículo balance encolerizó al almirante Tovey, que se dirigió al oficial de artillería de su flota exclamando:
«¡Son unos inútiles! ¡Seguro que antes acierto yo lanzándoles mis prismáticos!»