Anécdotas de guerra XIV: Duelo con una mujer
En el ejército de Napoleón adquirió fama una valiente mujer que se ganó el respeto y la admiración de todos sus compañeros. Se llamaba Suzanne y era natural de Calais. Se alistó al los catorce años, presentándose como una mujer y sin necesidad de hacerse pasar por un muchacho, como ocurría en algunas ocasiones.
Al principio se conformaba con ser la encargada de tocar el tambor, pero poco a poco fue adquiriendo habilidades guerreras. En 1798 su regimiento fue enviado a Egipto. Una vez allí, quizás debido a que se encontraban lejos de sus familias, hubo más de un soldado que se acercó a la joven buscando compañía.
Para evitar el acoso al que se veía sometida, la muchacha se dedicó a retar a un duelo a todo aquel que la molestaba. Su buen manejo de la espada le permitió mantener alejados a los soldados más insistentes, que acababan apodándola la «Casta Susana».
Suzanne sirvió en todas las campañas llevadas a cabo por el ejército francés. Resultó fatalmente herida en la batalla de Waterloo, por lo que su vida se extinguió a la vez que los días de gloria.