Anécdotas de guerra XII: Hijo de un disparo
Esta puede ser la anécdota mas increíble conocida en el mundo militar y ocurrió en la guerra de Secesión. Aunque cuesta creerla, muchos la dan como una historia verídica.
Un joven soldado nordista, durante una refriega con tropas sudistas, recibió un disparo en sus genitales, quedando destrozados por una bala, la cual, siguió su trayectoria. Mientras tanto, a unos cientos de metros, una joven diecisiete años se protegía de los disparos encerrada en la cabaña en la que vivía junto a sus padres, esperando que cesase la batalla. La bala que había herido al soldado, al seguir sus camino, entró por la ventana de la cabaña e impactó en el vientre de la joven, quedando alojada en su interior.
Al finalizar las hostilidades, el doctor del regimiento se encargó de practicarle al soldado las curas necesarias, y posteriormente fue requerido para que atendiese a la muchacha. Una vez llegado a la cabaña, extrajo la bala que tenía la joven en el interior de su cuerpo, aunque en esos momentos no podía sospechar ningún tipo de relación entre ambas heridas.
La sorpresa llegó tres meses después. cuando la muchacha descubrió que estaba embarazada, pese a que ella afirmaba, ante la lógica incredulidad de su familia, que no había hecho nada que hubiera podido conducir a esa situación… El extraño caso llegó a oídos del doctor que la había atendido anteriormente. Al comprobar que, en efecto, ella decía la verdad, llegó a la insólita conclusión de que la bala que había herido al soldado en su aparato reproductor había hecho una labor de «mensajero», llevando la semilla de una nueva vida al vientre de la joven.
Esta historia que pese al testimonio del doctor presenta demasiadas dudas, no pudo terminar de un modo mas feliz; el soldado y la muchacha, en cuanto se conocieron, decidieron casarse para criar juntos al niño que supuestamente había sido concebido de esta forma tan original.