Torturas antiguas III: La Cuna de Judas
Este método de tortura fue ideado por un italiano llamado Ippolito de Marsili, (1450-1529), su invención consistía en un trípode cuya cima era una pirámide metálica con una punta bastante afilada.
Su uso era algo complicado, se ataba a la persona que iba a ser torturada a la pared, desnuda y justo encima del aparato, mediante un sistema de cuerdas y/o poleas se conseguía mediante tirones o pesos subir o bajar a la persona.
De la misma forma que las personas de fuera podían controlar la bajada del torturado este también podía hacerlo, si destensaba su musculatura bajaba, si volvía a hacer fuerza subía, por lo general La Cuna de Judas se solía usar para sacar confesiones a la gente dejándolos toda la noche solos, una noche en la que si no querían morir debían luchar contra el sueño y el cansancio, ya que si relajaban su musculatura la punta de la pirámide les provocaría desgarros anales o vaginales, dependiendo del sexo de la víctima.
Cuando la víctima moría era de una forma mucho más salvaje que con un empalamiento tradicional, ya que la forma de la pirámide hacia que las carnes de la víctima se abrieran de una forma mucho peor que con uno tradicional.