Esta es la curiosa historia de Thomas Fleetwood, el propietario del hotel Eden en Salzburgo que sin comer ni beber ha sobrevivido durante cuatro días en un ascensor tras estropearse mientras él estaba dentro.
No pudo llamar a nadie porque su teléfono estaba en la oficina así que en un intento de supervivencia rompió un panel de cristal de la puerta del ascensor para tener un poco de aire. También intentó romper el techo de la cabina pero, no tuvo éxito.
Su salvador fue su proveedor de pan que vio que en la entrada había muchas cartas y abrió el ascensor con la llave de repuesto y se encontró al hombre.
