Este sapo que habita normalmente en la Amazonia, se aparea con las hembras que debido a su peso mueren por asfixia durante la copula mientras realizan el acto, ya para evitar la pérdida del ovulo y mantener su especie sigue con lo suyo.
Tras la muerte de la hembra por asfixia, el macho sigue durante incluso horas, esperando que libere los óvulos al agua para fecundarlos.
Según los biólogos la muerte de las hembras es algo común en el apareamiento de las especies de sapos que acostumbran a congregarse en los charcos o lagunas para aparearse.
“Por lo general, lo que ocurre con las especies con un comportamiento similar es que, cuando la hembra muere, el macho deja de abrazarla y la fecundación se pierde”, “Descubrimos que, en esta especie, el macho sigue apretando a la hembra ya muerta hasta alcanzar la fecundación. No se conoce ninguna otra especie de sapo que retire los óvulos de la hembra muerta y los fecunde”
Esta especie (Rhinella proboscidea) practica la reproducción explosiva, que consiste en un número elevado de sapos concentrados durante dos o tres días en sitios elegidos para la reproducción.
