El alcohol interrumpe las conexiones visuales entre el cerebro y los musculos por eso nos cuesta mantener el equilibrio
Lo más común cuando nos chispamos (aparte de los mensajes a la ex) es perder el equilibrio con facilidad.
Esto se produce por una interrupción de las conexiones visuales entre el cerebro y las regiones musculares de control.
Para aclararlo unos científicos examinaron el cerebro de personas sobrias y posteriormente el de ebrias.
En las personas ebrias las conexiones entre la visión y la planificación de movimientos eran mucho más débiles.
Esto implica que el consumo de alcohol afecta a las interacciones entre las aéreas del cerebro.