Las alas de un tipo de cigarra tienen una superficie con una estructura física capaz de romper paredes bacterianas
Un equipo compuesto por investigadores españoles y australianos ha descubierto lo que parece ser el primer material biológico que puede acabar con una bacteria al contacto gracias a su estructura física. Las alas de la cigarra Clanger (Psaltoda claripennis) tienen microespinas en su superficie que atrapan y destruyen a las bacterias desgarrando su cubierta. En la investigación, mientras aquellas bacterias con una superficie más flexible eran destruidas por la cubierta de las alas, las más rígidas consiguieron sobrevivir.
Se espera poder aplicar este hallazgo para desarrollar nanomateriales con propiedades antibacterianas.