Will Smith aceptó realizar ‘El príncipe de Bel-Air» porque debía 2,8 millones de dólares a hacienda
A finales de los 1980 Will Smith era un popular y exitoso rapero, pero debido a que gastó su dinero sin control y dejó de pagar sus impuestos sobre la renta, la IRS (Hacienda estadounidense) le impuso una multa de 2,8 millones de dólares.
El organismo posteriormente se incautó de buena parte de sus bienes y embargó su nómina. Esto estuvo a punto de llevar a Will Smith a la bancarrota cuando, en 1990, el canal de televisión NBC le firmó un contrato y creó una serie centrada en él.