Un implante devuelve la vista a los enfermos de retinosis pigmentaria y es la prótesis más avanzada creada hasta la fecha
La Agencia Estadounidense del Medicamento (FDA) acaba de aprobar una prótesis capaz de devolver algo de visión a personas invidentes. La empresa que fabrica el aparato, Second Sight, cuya sede está en California (Estados Unidos.), ya puede vender la prótesis de retina a pacientes con retinosis pigmentaria avanzada, una enfermedad ocular degenerativa que puede producir ceguera. Es el primer tratamiento para esta enfermedad que se aprueba en Estados Unidos.
«Permite a las personas que son completamente ciegas ver lo suficiente como para mejorar su movilidad» afirma Mark Humayun, profesor de ingeniería biomédica en la Universidad del Sur de California, Los Ángeles (EE.UU.) que lleva 25 años desarrollando el aparato. «Permite a la gente distinguir la acera y no salirse de ella torciéndose un tobillo, ver obstáculos inesperados como coches aparcados, distinguir una mesa, ver a alguien que entra por una puerta», explica. Algunos pacientes son capaces de distinguir letras grandes, pero la función principal del implante es dar a los pacientes la vista necesaria para recuperar la movilidad.
El aparato, llamado Argus II, tiene tres partes principales: una cámara de vídeo montada sobre una montura de gafas, un ordenador portátil y un chip que se implanta cerca de la retina. La cámara de vídeo envía datos de imagen al ordenador, que se lleva en un cinturón. El procesador convierte los datos de imagen en señales eléctricas que se envían de forma inalámbrica al chip implantado cerca de la retina. Después las señales se transmiten a una serie de 60 electrodos que estimulan las células de la retina. Básicamente, estos electrodos hacen el trabajo de las células fotorreceptoras que se han degenerado. Por ahora el sistema no permite a los pacientes distinguir colores, pero puede darles una sensación visual suficiente como para reconocer los perfiles de las cosas que están cerca.