En Churchill, Manitoba (Canadá) dejan los coches abiertos por si los peatones se encuentran un oso polar por la calle
Esta pequeña y remota localidad, situada al este de la gran Bahía de Hudson y al norte del estado de Manitoba, se encuentra llena de curiosas señales que advierten con el dibujo de un oso polar del peligro de no caminar por ciertas zonas del municipio o por las orillas del río.
En el área del municipio se calcula que hay unos 900 osos polares y los habitantes saben estar preparados por si son atacados. Nadie sale a la calle desarmado durante la temporada en la que los osos merodean por el pueblo. Como medida de protección adicional, los habitantes dejan las puertas de sus casas y sus vehículos abiertas, en caso de que ellos mismos o algun viandante tenga la necesidad refugiarse rápidamente de un animal hambriento.