El curioso y escalofriante sueño que el boxeador Sugar Ray Robinson tuvo antes de ese combate terminó siendo premonitorio. Este boxeador, que empezó a competir en 1940, tenía una marca personal de 128-1-2 con 84 KO para 1951. Era conocido por sus golpes rápidos y su fluidez. Pero durante su exitosa carrera, hubo un combate en el que no quiso participar.
Soñó antes de la pelea que terminaria matando al contrincante, Jimmy Doyle, en el ring. Por lo que decidió retirarse del combate. Un sacerdote y un pastor protestante le convencieron para que reconsiderase y luchara contra Doyle. Y Doyle terminó muriendo a causa de los golpes que recibió durante el combate, una tragedia que persiguió a Robinson durante el resto de su vida.
