La empresa de helados Ben & Jerry’s tiene un «cementerio» dedicado a sus sabores descatalogados
Cuando en esta compañía heladera se decide acabar con uno de sus sabores, éste es tratado con respeto (incluyendo un entierro en el «Cementerio del Sabor» de la empresa). Sean Greenwood, jefe de imagen, indica que ahi están depositados sabores buenos y otros no tan buenos. El cementerio se encuentra en la localidad de Waterbury, Vermont.
Entre los sabores que murieron están, por ejemplo, el de Arándano Silvestre de Maine, cuyos costes de elaboración eran muy elevados debido a la cantidad de bayas que había que traer en camiones. Ben and Jerry’s ofrece a los clientes la posibilidad de proponer la resurrección de sus sabores favoritos, aunque esto no es posible para todos. Algunos sabores desaparecen debido a que su elaboración es muy complicada o un ingrediente concreto se vuelve demasiado costoso. Esto incluye uno de los favoritos de Greenwood, el Crujiente de la Selva.
Como en todos los cementerios se puede ver a gente que viene a «llorar» a las lápidas, depositar flores o incluso rezar una oración.