Neil Harbisson se ha convertido en el primer cyborg reconocido por un Gobierno. Tiene 30 años, vive en Barcelona y nació con un grave problema visual: sólo veía en blanco y negro. Pasó su infancia en un mar de dudas pues sus padres no supieron que le pasaba exactamente en la vista hasta que cumplió los 11 años, ya que él mismo no podía definir que veía en blanco y negro porque era lo natural para él. Para Neil todo estaba cubierto con un halo de misterio, pues sabía que había algo que todos podían apreciar menos él.
Cuando estaba en la universidad conoció a Adam Montandom, que estaba dando una conferencia sobre cibernética en su facultad. Le explicó su problema y empezaron a trabajar en un software que le permitía escuchar los colores, literalmente. A Neil le instalaron un “tercer ojo” que tiene colocado delante de la frente con una conexión permanente en la nuca. Este sensor capta los colores que tiene alrededor y se ven reflejados en su cabeza, mediante vibraciones en el hueso, en forma de notas musicales.
En una entrevista le preguntaron si no resultaba un agobio estar escuchando las notas constantemente en su cabeza, a lo que él contesto “¿A ti te molesta estar viendo siempre los colores?”.
