Thomas Parkin, un estadounidense de 49 años, hijo de Irene Prusik se vestía exactamente igual a su madre para poder cobrar la pensión de esta. La mujer, había fallecido en el año 2003 a la edad de 73 años.
Thomas mediante una falsificación en el certificado de defunción consiguió ocultar la muerta de la mujer y así, cobrar durante seis años una cifra de 52.000 dólares que pertenecían a cheques mensuales de la Seguridad Social además de 65.000 dólares también en subsidios para el alquiler ya que alegó que sufría discapacidad, aunque su madre en vida no la tuviera.
Tras un tiempo, Irene Prusik se presentó en el departamento de Vehículos a Motor en Brooklyn para renovar la licencia de conducir pero los fiscales aseguraban que quien intentaba hacer el trámite no era ella, sino su hijo vestido de mujer. Finalmente él fue arrestado y, cuando ocurrió esto, Thomas dijo “Yo soy mi madre.”
Una noticia espeluznante que, a más de uno, nos recordó al clásico film de Alfred Hitchcok titulado Psychosis.
