Unos estudiantes se gradúan 36 años después de terminar la carrera por culpa de sus bromas
Tras 36 años de espera los estudiantes de un liceo Abate Molina de la ciudad chilena de Talca ( a 258km de Santiago) pudieron celebrar su graduación. El primer intento fue pospuesto por las bromas pesadas que los ya no-jóvenes hacían a sus maestros en el año 1972.
Las bromas llegaron al extremo de esconder el coche del inspector del centro en la biblioteca, que se encontraba en un tercer piso. «Fue espectacular lo que hicimos. Era un ‘Fiat 600’ y entre casi 40 personas subimos el auto escalón por escalón hasta llegar a la biblioteca», recordó 36 años después el dentista Francisco Rodríguez. Otra broma consistía en dejar el aula vacía antes de las clases de francés, de modo que cuando el profesor llegaba se marchaba a buscar al inspector, y al regresar ambos los estudiantes se encontraban todos en sus sitios y aseguraban que no habían ido a ningún lado.