El lomo embuchado tiene un altísimo contenido de proteínas
Por cada 100 gramos de lomo, 50 son proteínas y apenas 2 de grasa. Es por lo tanto óptimo para personas que estén siguiendo dietas con poca grasa y ricas en proteínas. El jamón serrano, por su parte, tiene un 30,5% de proteínas, que tiene en este caso un alto valor biológico, por los aminoácidos que contienen. Otras carnes ricas en proteínas son el pollo (22,8%), el pavo (22,4%), el chorizo y el jamón cocido (22%) o la carne de buey (21%). Las sardinas, el bacalao y el bonito también tienen muchas proteínas, y poquísimas grasas.
Pero no sólo los alimentos de orígen animal tienen un alto contenido proteico. La soja se sitúa detrás del lomo embuchado en el ránking, con un 37% de proteínas. Tiene de media el doble de proteínas que la carne, y éstas contienen todos los aminoácidos esenciales, excepto la metionina. Las lentejas tienen un contenido proteico del 23,5%, los guisantes un 23% y los garbanzos un 20%.
La leche y sus derivados, por último, suponen un buen complemento para cualquier dieta saludable. La leche desnatada tiene un 35% de proteínas (nada mal, sobre todo si añadimos que sólo dispone de un 1% de grasa) y los quesos curados oscilan entre un 32 y un 21%, aunque con una mayor cantidad de grasas, que alcanza el 35% del peso total.