En la Antigua Roma la pena por parricidio era encerrarte en un saco con varios animales y lanzarte a un río
En la antigua roma si se cometía parricidio (asesinar a familiares) se condenaba con una pena bastante bizarra, primero te desnudaban y azotaban, después le colocaban al acusado una capucha de piel de lobo y se le ponían zancos de madera y era obligado a arrastrarse por delante de la plebe los que le maldecían, lanzaban desechos de animal, estiércol, entrañas de animales etcétera.
Finalmente se obligaba al condenado a meterse en un saco bastante grande donde después de que el acusado entrara se introducían, un perro, un gallo, una víbora y un mono ( si es que tenían, ya que no eran muy comunes para aquella época), después cosían la bolsa y la lanzaban a un río cercano, lo mas curioso es que no golpeaban el saco para nada, ya que querían que sufriera lo máximo posible debido a los animales, y si encallaba en el río por cualquier motivo desencallaban la bolsa hasta que llegara al mar.
Se introducían el perro y el gallo representaban el que vigila y el que despierta, guardianes del hogar, por no haber sabido proteger al padre del hijo, deben hacer compañía al asesino, una serpiente, el principio masculino que puede matar aunque da vida y un mono, la más cruel burla del ser humano que hayan creado los dioses.