Dos personas de ojos azules pueden tener hijos de ojos marrones
Lo que nos explicaron a todos en el colegio (o deberían habernos explicado) de Mendel y los guisantes es apenas la punta del iceberg de la genética. No es todo tan sencillo como «AA x bb = Ab». Y de este modo, es posible que dos personas de ojos azules (que aparentemente deberían ser homocigóticos recesivos) tengan un hijo de ojos marrones (que, de nuevo aparentemente, necesita el alelo dominante que sus padres no tienen).
Esto se debe a que un mismo gen posee varias regiones que codifican proteínas diferentes que dan lugar a varios colores.
Como curiosidad añadida, el color violeta en los ojos (como el de Liz Taylor) se debe a un albinismo parcial que deja ver el color de los capilares del ojo.