En 2007 el artista Guillermo Vargas Jiménez expuso un perro muriéndose de hambre
La exposición de «arte» consistía en un pero atado en una habitación al que no se alimentaba ni se daba agua. En una de las paredes, fuera del alcance del animal, se había colocado comdia. EL objetivo de tal crueldad era representar la historia de un hombre que emigró a Costa Rica buscando una mejora económica pero que sólo llegó a encontrar rechazo e indiferencia en ese país. El hombre se llamaba Natividad Canda y murió en un ataque de dos rottweilers mientras (curiosamente) era grabado por los medios de comunicación y en presencia (todavía más curiosamente) de agentes de policía y bomberos. Esta historia de injusticia social, xenofobia, egoísmo y desinterés fue presentada a través del pobre animal.
Aunque en un principio se pensó que había muerto realmente de hambre, logró escapar y fue encontrado por agentes de la policía.