Los responsables de un famoso festival en china, temiendo que los indigentes molestaran a los visitantes pidiéndoles comida y dinero decidieron darles un ultimátum a los mendigos: o se quedan dentro de las jaulas durante la festividad o serán expulsados de la ciudad.
Esta curiosa medida drástica fue tachada de inhumana por mucha gente, aunque uno de los organizadores declaro: los mendigos están muy cómodos en las jaulas». Y añadió: «los visitantes les dan alimentos, agua y hasta dinero. Para ellos es mucho mejor estar en las jaulas que en las transitadas calles. Y cuando se cansen, pueden retirarse y dejar la ciudad».
Los activistas de derechos humanos criticaron el trato que se les da a estas personas: «no se debe permitir que se los encierre de esta manera. Son seres humanos (…) Tratan a los pobres como animales de zoológico. ¿Qué tendrán que hacer a continuación? ¿Trucos y gracias para que los alimenten? Esto no es más que humillación pública».
