Antiguos monumentos fueron construidos para configurar el sonido y la mente
Unas cuevas descubiertas en Malta que datan de hace 6 mil años tienen una curiosa arquitectura ya que al hablar dentro aunque sea en voz baja se puede escuchar por toda la cueva.
“Se registró la actividad cerebral de voluntarios que fueron expuestos a distintas frecuencias de vibración”, declaro la experta en templos antiguos Linda Eneix, “Los resultados indicaron que a una frecuencia de 110 Hz, los patrones de la actividad de la corteza prefrontal cambiaron abruptamente, dando como resultado un desactivación relativa del lenguaje y un desplazamiento de izquierda a derecha que afectó la parte creativa y emocional. Este desplazamiento no ocurrió a 90 Hz o 130 Hz… Además de estimular el lado creativo de los voluntarios, parece que los sonidos de una frecuencia de 110 a 111 Hz, podrían activar el área cerebral donde reside el estado de ánimo y la empatía social. Deliberadamente o no, las personas que pasaron periodos prolongados en un ambiente dominado por este tipo de sonidos, se vieron afectadas en su manera pensar”.