Sir Arthur Conan Doyle, mientras gozaba de fama había hecho ya catorce relatos de Sherlock Holmes. (Estudio en escarlata, El Signo de los cuatro y 12 relatos cortos en «Las aventuras de Sherlock Holmes).
Conan Doyle decidió que Sherlock Holmes lo estaba apartando de trabajos más importantes. Así que en la recopilación de relatos de «Las memorias de Sherlock Holmes», en el último relato de este libro «El problema final«, decidió que Sherlock Holmes se suicidara para matar al profesor Moriarty y deshacer una poderosa red criminal.
Sin embargo, el público se quejó y eso le llevo a hacer «El sabueso de los Baskerville», un relato que se sitúa antes de la muerte de Holmes, y finalmente, a «resucitarlo», en el libro «El retorno de Sherlock Holmes«, en el relato «La aventura de la casa vacía».
