Existe un volcan artificial «activo» desde el siglo XVIII
En los bosques de Woerlitz, Alemania, permanece un curioso volcán artificial creado por las manos del hombre. Aunque el espectáculo rara vez puede apreciarse, los organizadores de las erupciones aseguran que es fascinante sentir el calor y escuchar el estruendo que produce la enorme cantidad de leña y combustible.
Este volcán en la actualidad forma parte del parque de Woerlitz y es considerado patrimonio mundial por la UNESCO.
En 2004, un profesor de química de la Universidad de Bradenburg decidió revivir el volcán, “Un volcán que no puede explotar es un volcán triste, y yo quería hacerlo feliz una vez más” declaro el profesor Wolfgang Spyra.
Spyra quiso restaurarlo, pero antes realizo una investigación sobre el príncipe Leopoldo III Federico Francisco quiso recrear el golfo de Nápoles en pleno Alemania y el volcán era la materialización de la grandeza de un reino y a la vez un entretenimiento para sus súbditos.
Spyra afirma que el príncipe tenía un grupo de arquitectos que construyeron el volcán aproximadamente 5 pisos de algo, y en la parte superior albergaba una cámara con tres chimeneas.
Cuando acabaron las construcción, quisieron recrear la explosión de un gran volva, para ello en el siglo XVIII la pólvora, la brea y el azufre eran fáciles de conseguir con un rango como el que el príncipe tenia, así que lo intento, y el resultado fue un tremendo éxito.
Hoy en día el volcán opera gracias a los estudiantes de la universidad y utilizan combustible líquido y leña para llevar a cabo las erupciones.