En Río de Janeiro Paulo Henrique dos Santos, un socorrista de 35 años, se disfrazo del Increíble Hulk, verde por naturaleza, para correr en «la carrera de la Paz» en Brasil.
Se pinto el cuerpo entero con un colorante de color verde ya que el creía que eso le daría fuerzas para la carrera y tendría mucho éxito su disfraz, lo cual si que paso pero no sabia que poco después en la ducha descubriría que no podía quitarse el tinte del cuerpo.
El aspecto de Paulo a levantado la curiosidad de los medios y fueron a entrevistarle a su propia casa. «Me he dado unos 20 baños y nada. Tampoco fui a trabajar en estos días. Quiero volver a la tienda donde compré la pintura para hacer valer mis derechos como consumidor» declaro a los medios de comunicación, también aseguro, como dato curioso para los medios, que llevo el tinte menos de 1 hora y uso dos botes para poder tintarse todo el cuerpo.
El afectado piensa denunciar al fabricante y a la tienda que le vendió el producto, poco después declaro que tiene miedo de sufrir envenenamiento por el maquillaje y teme por perder su puesto de trabajo como socorrista.
