Los romanos apreciaban la carne de morenas. LLegaban a alimentarlas con carne humana
Este suceso está protagonizado por Vedio Polión, amigo del emperador Augusto, y que cuenta Plinio en su libro IX, 77 de su Historia Natural, donde se dice que encontró la forma de probar su crueldad por medio de este animal: arrojaba a los esclavos que condenaba a muerte a estos estanques de las morenas, para poder contemplar cómo un hombre era destrozado completamente en un momento. (También atestiguado por Séneca y Tertuliano).