La empresa de seguridad BitDefender lo ha demostradp a través de un curioso experimento. La compañía creó un perfil falso de una mujer rubia, de 21 años, que actuaba con ingenuidad en la red social, y trató de hacerse amiga de 2.000 usuarios escogidos al azar.
Bueno, al azar pero tratando de escoger una muestra representativa. Mitad de hombres y de mujeres, edad entre 17 y 65 años, diversas posiciones sociales y puestos de trabajo.
A todos ellos se les mandó una solicitud de amistad, y los resultados obtenidos, más que interesantes. Después de una semana, 1.872 personas habían aceptado ya la solicitud de amistad y algunos lo hicieron sin mediar palabra antes y el 10% de los usuarios que entablaron una conversación con ella, en menos de media hora ya había revelado información sensible, ya fuese personal o de su trabajo, a esa perfecta desconocida. Ante un rostro atractivo, se olvidan las precauciones en cuanto a seguridad.
A los usuarios posteriormente también se les preguntó por qué habían aceptado la amistad. El 53% respondió que “porque tenía un hermoso rostro”. Para el 17% era una “cara conocida que en ese momento no recordaba bien dónde la había conocido”, y el 24% señaló que la añadió “porque trabajaba en la misma industria que él”.
