En una playa de California, una mujer recogió algunas piedras de la orilla y las metió en el bolsillo. La pobre no sabia que estas mismas piedras se incendiaran imprevisiblemente, produciéndola quemaduras de segundo y tercer grado. Así lo afirmaron varios testigos, «vimos como le salían flamas de su ropa, que la quemaron totalmente las manos, y las de su esposo que intento socorrerla». Pero, ¿realmente que paso con esas piedras?
Esto se consiguió explicar con exámenes posteriores revelando que toda la superficie de las piedras estaba cubierta con una sustancia fosfórica. Aun así, los investigadores del caso, se quedaron insatisfechos ante la pregunta de como pudo llegar esa sustancia a la roca. Además tampoco se explican como, siendo una sustancia tan inflamable, «espero» a estar en el bolsillo de la mujer para accionarse.
