Pasados unos dos minutos de picar a sus víctimas, las hembras de anopheles excretan una gota por el ano, la cual muchas veces permanece suspendida. La gota crece hasta caer y es reemplazada rápidamente por una nueva gota. Este fenómeno de excreción temprana, llamado “prediuresis”, ayuda a concentrar los nutrientes de la comida y ocurre en varias especies de insectos, sobre todo en los que se alimentan de sangre o de savia y tienen grandes cantidades de líquido para eliminar. El líquido excretado es en esta especie una mezcla de orina y sangre fresca, la cual otorga el color rojo brillante a la gota.
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