Durante la Segunda Guerra Mundial Polonia reclutó como soldado raso a un oso
El oso Wojtek tenía como cometido transportar munición para la artillería. Sin embargo, entre combate y combate, disfrutaba comiendo cigarrillos, bebiendo cerveza y jugando con el resto de soldados. Una vez descubrió a un espía enemigo que trataba de atacarles.
El ejército polaco se lo compró a un chico iraní cuando era un osezno. Tardó poco en aprender a saludar y se volvió muy querido en su unidad. Cuando fueron enviados a Italia la única forma de llevarse con elos a Wojtek era alistarle, por lo que se le concedió nombre, rango y número. Wojtek sobrevivió a la guerra y vivió hasta su muerte a los 22 años en el zoo de Edimburgo.