La antimateria es, pues, la más cara del mundo, con un coste de P.V.P de unos 60.000 millones de USD el miligramo. Su producción, además de consumir enormes cantidades de energía, es bastante poco eficiente, al igual que su mínima capacidad de almacenamiento, rondando el 1% de las particulas creadas, sin tener en cuenta que la producción de una milmillonésima de gramo cuesta unos cuantos de cientos de millones de francos suizos . Por si fuera poco, debido a que la antimateria se destruye al contacto con la materia, las condiciones de almacenamiento tienen un gran coste.
Debido a estos datos, la NASA, esta investigando la recolección de estos mediante campos magnéticos generados de forma natural en los cinturones de Van Allen, en la tierra. Este cinturón, se extiende desde unos pocos de cientos a 2 mil kilómetros de la tierra constituyen la fuente más abundante de antiprotones en las proximidades de nuestro planeta. La mayoría de los antiprotones provienen de los antineutrones, generados cuando los rayos cósmicos impactan con las capas superiores de nuestra atmósfera. Estos, salen de la atmósfera y tienden a congregarse en estos cinturones, donde la materia ordinaria es tan escasa que es muy poco probable que se reúnan sus homólogos de partículas para destruirlas
