En Turín, Italia, más de 70.000 personas rinden culto al diablo, siendo la 2ª ciudad con más sectas satánicas del mundo, por detrás de Londres
Esta ciudad italiana llamada Turín es donde tiene el satanismo una especial presencia. Hay gente que pensaba que Francia era la tierra prometida del satanismo, pero según el estudioso en sectas y movimientos religiosos, Máximo Introvigne, “existen hoy en la capital piamontesa por lo menos dos organizaciones que se denominan “iglesia de Satanás” y se enorgullecen de “una sucesión apostólica: una más teológica y otra más ocultista” (El Sombrero del Mago. ob. cit. Corrado Balducci. Adoradores del Diablo. Lumen 2002).
Las aproximaciones sobre la existencia de satánicos es aproximadamente un total de 75,000 satánicos en Turín, al menos así lo confirma el Padre Balducci. Por ello, llamó la atención, un discurso que Juan Pablo II pronunciara el 4 de septiembre de 1988: “(…) Donde está la obra de la salvación, donde está la actividad del Espíritu Santo, donde están los santos, allí llega también otro. Por supuesto, no se presenta con su propio nombre: trata de encontrar otros nombres. El Evangelio le ha facilitado el encontrar otros nombres, por que no se llama solamente Diablo, se llama padre de la mentira, se llama con distintos nombres. Pero se llama también príncipe de este mundo (…) vuestro suelo está privilegiado por muchos santos. Pero aquí, en Turín, se vive esta historia de la salvación como un desafío, como una provocación de nuestro tiempo, de nuestra época” (L’Osservatore Romano del 5 de septiembre de 1988, p. 7).
Esta fue la primera vez que el Santo Padre hablaba del Diablo no sólo con una catequesis válida para todos sino con referencias locales acerca de su actividad maléfica. Ciertamente el demonio no está solamente en Turín pero, por como habló de ello, parecía que el Papa quisiese subrayar en esta ciudad su particular presencia, presencia diabólica presumible y argumentable por situaciones y hechos evidentes.
Con todo esto se demuestra que Turín se coloca como la segunda ciudad en Europa, después de Londres, con más sectas e iglesias satánicas. Las sectas satánicas están proliferando a un ritmo creciente y los adoradores del Diablo se hacen cada vez más numerosos. Es difícil precisar un número pero el Padre Manuel Guerra en su libro sobre sectas estima que pueden existir de uno a diez millones de satanistas en el mundo (Los Nuevos Movimientos Religiosos. EUNSA Pamplona, España, 1996).