Los que practican actividades de voluntariado viven más que aquellas personas que no lo hacen. Pero, según un estudio publicado en Health Psychology, siempre y cuando sus motivos sean ayudar a los demás. Si optan por ayudar por “satisfacción personal” o para “sentirse mejor consigo mismos” su salud no se beneficiará.
Los investigadores de la Universidad de Michigan llegaron a esta conclusión tras estudiar a 10000 sujetos de distintas edades y comprobaron que en un plazo de 4 años las probabilidades de sobrevivir eran un 3% superiores en los voluntarios. Atribuyen este aumento de la longevidad a que al preocuparnos por los demás las respuestas de estrés del organismo se ven desactivadas y se liberan hormonas como la oxitocina que restablecen las funciones fisiológicas normales.
