El kilogramo es la única unidad de medida que se basa en un objeto patrón y no en una característica física fundamental
Un kilogramo es igual al peso de una barra (una aleación de platino e iridio) que se encuentra en Francia.
El problema con el kilogramo es que se han hecho réplicas del mismo, y en los 130 años desde que se creó el patrón, la masa de los cilindros ya no coincide. La materia pierde peso con el paso del tiempo, y el kilogramo es ahora más ligero que cuando se definió.
Esto, que puede parecer una simpleza, es un problema muy grave, dado que al igual que el segundo y el metro, el kilogramo sirve para definir otras variables, otras medidas, como la energía, por ejemplo. Si el kilogramo cambia, todo se modifica. Y el avance de la tecnología requiere que, cada vez más, la definición del kilogramo sea más precisa y, sobre todo, invariable a lo largo del tiempo.