Adolf Hitler, que fue causante de millones de muertes, nunca mató a nadie con sus propias manos, excepto a sí mismo
Ultimos estudios apuntan que en la primera guerra mundial Hitler no fue cabo como generalmente se piensa, y ni siquiera estuvo en el frente, por lo que nunca mato a nadie. En su etapa como soldado en la Gran Guerra su único ascenso fue a Gefreiter (soldado de primera).
Es muy improbable que matara a nadie en la guerra, ya que nunca confesó tal cosa y además estaba en unidades del ejército que debían evitar al enemigo.