En 1930, una mujer llamada Ruth y su marido se mudaron a Massachusetts. Con su intención de continuar la tradición de la casa, la convirtió en una «casa de huéspedes» para hospedar a los viajeros de amino entre Boston y New Bedford.
Aunque las galletitas no eran la especialidad de Ruth, tenía por costumbre regalar a los comensales sus galletitas de chocolate con mantequilla para que se llevaran un desayuno, llamadas «Butter Drop Do Cookies». Un buen día, esta mujer se dio cuenta de que se le había olvidado comprar chocolate en polvo. Cogió una barra de Nestlé semidulce, y lo corto en trocitos del tamaño similar a un guisante a fin de que se fundiese en el horno y el resultado fuera parecido. Para su sorpresa, al sacarlas del horno, los trocitos no se derritieron, conservaron su forma y le otorgaron a la galleta una textura más cremosa. Las comenzó a servir a sus huéspedes bajo el nombre de «Chocolate Chip Cookies».
Pronto las galletas se hicieron muy populares, y la gente comenzó a pedirle la receta. Antes de un mes, la receta se publico en el periódico de Boston. Las ventas de Nestlé se multiplicaron por toda la zona. La empresa Nestlé comenzó a investigar el origen de este aumento y descubrieron esta receta. Andrew el propietario de Nestlé la pidió permiso para imprimir la receta en los envoltorios de su chocolate, a cambio de recibir gratuitamente de por vida, todo el chocolate que quisiera para poder realizar sus galletas. En 1939 Nestlé comenzó a comercializar las pepitas ya cortadas a la par que Ruth público su receta en un libro de 1940 llamado «Toll House».
