En 1968 se logró crear agua seca, la cual puede absorber 3 veces más dióxido de carbono que el agua líquida
El agua seca en realidad está formada por partículas que contienen una gota de agua minúscula rodeada de una nanocapa de sílice hidrófobo. Algo así como si rebozáramos una croqueta, donde la masa interior sería el agua y la exterior, la que le proporciona la consistencia, sería el sílice (que en el fondo no es más que arena). El resultado de este símil gastronómico es un compuesto con aspecto muy similar a la harina, tanto en color como en textura.
Carter asegura que el agua seca posee la propiedad de absorber y retener hasta tres veces más dióxido de carbono que el agua ordinaria.
Además, han encontrado otra propiedad de este compuesto que consiste en su capacidad de ser usada como depósito de gases. Estas características del agua seca la postulan como un agente beneficioso para la lucha contra el calentamiento global además de proporcionar una vía interesante en la investigación del almacenamiento de gases.
Además, el agua seca muestra una última propiedad que favorecerá a la industria por la energía que puede ahorrar en la fabricación de cientos de productos de consumo. Se trata de su capacidad de actuar como catalizador en la reacción entre el hidrógeno y el ácido maleico. Lo que se obtiene es ácido succínico, un producto muy usado en la industria alimentaria y farmacéutica.