Deborah Wells y Sarah Millsopp han estudiado a un grupo de gatos de los dos sexos para conocer cuál es su tendencia a la hora de rascarse, a partir de lo cual relacionaron la misma con su sexo alcanzando unas interesantes conclusiones.
Wells y Millsopp observaron a 42 gatos domésticos, 21 machos y 21 hembras. De los primeros, 20 utilizaron la pata izquierda para rascarse, mientras que 20 de las segundas utilizó la derecha. (Lo cual no quiere decir que los dos individuos restantes tuvieran orientación sexual indefinida.)
La relación entre la tendencia y el sexo es una interrogante, aunque las investigadoras se animan a arriesgar que la actividad hormonal está vinculada a ella. Sea como sea, seguro que se aplica sólo a gatos, o al menos no a seres humanos.
