Barcelona inició una campaña de matanza de palomas en 1986 y desde entonces lleva matadas 500.00 palomas y ha gastado más de 1.000.000 de euros. Actualmente continua con la matanza de ellas con la excusa de que son una plaga. A pesar de la matanza, la población de palomas no se ha reducido.
En lugares más avanzados moral y políticamente como Francia y Suiza es impensable tal desproporcionada matanza indiscriminada de animales y se usan palomares artificiales y control de los huevos y las nidadas de las palomas para su control, en Francia y Suiza si están reduciendo el número de palomas.
