Un incendio en un pozo petrolífero fue apagado en Rusia con una bomba atómica
Después de que el incendio se prolongara durante 1.064 días de forma interrumpida y de intentarlo extinguir mediante todos los medios imaginables (incluyendo el uso de artillería), se decidió recurrir a una explosión nuclear. Para la operación fue necesario excavar un pozo contiguo de 1.500 metros de profundidad, al fondo del cual fue colocada una bomba atómica de 30 kilotones. Esta medida, aparentemente desesperada, acabaría saldándose con un éxito sin precedentes.