Por lo visto, durante la segunda guerra mundial, la compañia Coca Cola tuvo complicadas sus ventas en la que era entonces la Alemania Nazi, por lo que al no poder llevar allí sus mercancias, lo que hicieron fue establecerse allí con otro nombre, el de Fanta (de fantasie, en aleman, fantasía). Como no tenian los ingredientes necesarios para hacer el refresco de cola, tuvieron que cambiar la receta y le dieron un toque afrutado, del que salió la que hoy conocemos como Fanta de naranja.
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