El ancestro más antiguo de los mamíferos
La clave está en unos fósiles de 270-280 millones de años, del gorgonopsio más antiguo del planeta conocido. Es el linaje de dientes de sable que acabaría dando lugar a los mamíferos. Apareció en Mallorca. Y es el ancestro más antiguo de los mamíferos.
Los gorgonopsios son un grupo que vivió durante el Pérmico hace entre 270 y 250 millones de años. Son la línea evolutiva que dará lugar a los primeros mamíferos 50 millones de años más tarde. Eran animales de sangre caliente como los mamíferos actuales. A diferencia de la mayoría de estos, ponían huevos. Eran carnívoros y fueron los primeros en desarrollar los característicos dientes de sable. Eran los superdepredadores de los ecosistemas donde vivían y su aspecto sería parecido al de un perro, pero sin orejas ni pelo.
Excelentes restos
Los restos en Mallorca pertenecen a un animal de un metro de longitud. Están en un yacimiento situado en el municipio de Banyalbufar (Serra de Tramuntana). Se recuperó una gran cantidad de material.
El ancestro más antiguo de los mamíferos estaba casi completo. «El gran número de restos óseos es sorprendente. Fragmentos de cráneo, vértebras, costillas, hasta un fémur muy bien conservado. Nunca pensamos que encontraríamos tantos restos de un animal de este tipo en Mallorca». Lo explica en un comunicado Rafel Matamales, del Museu Balear de Ciències Naturals.
Su localización en las Baleares es un hecho insólito en sí mismo. Los restos conocidos antes del hallazgo estaban en Rusia o Sudáfrica. Su antigüedad también ha sorprendido a los investigadores que han desarrollado el estudio.
Dientes de sables
«Es el más antiguo del planeta. Entre los restos fósiles excavados destaca una pierna casi completa. Permitió estudiar cómo se desplazaba el animal. Tenían las patas dispuestas de forma vertical. Se desplazaban de un modo que estaría a medio camino entre la de los reptiles y la de los mamíferos. Este sistema es más eficiente para caminar y especialmente para correr.
Los dientes de sable que se han recuperado confirman su dieta. «Sabemos que se trata de un animal carnívoro. Los dientes de sable son un rasgo habitual en grandes depredadores de los ecosistemas. El que hemos encontrado seguramente lo era en el ambiente en el que vivía», destacan. La investigación ha sido publicada en la revista Nature Communications.