La verdadera edad de la Luna
Más vieja de lo que se piensa
¿Qué edad tiene realmente? No se sabe con exactitud… aunque un estudio de la Universidad de California dio un importante avance. Creen cuándo sucedió la colisión que dio paso al surgimiento del satélite natural. La verdadera edad de la Luna sería de unos 4.510 millones de años. Más vieja de lo que se creía.
La tesis aceptada era que el astro habría nacido hace unos 4.350 millones de años. Fue producto de la colisión entre la Tierra primitiva y un protoplaneta del tamaño de Marte. Una investigación publicada en la revista Nature esta semana sostiene otra cosa. El satélite habría sufrido un episodio de calentamiento intenso y una «refundición» que ha ocultado su verdadera edad.
Recalentada
Es que la cronología hasta ahora conocida fue calculada a partir de muestras de roca supuestamente cristalizadas tras el impacto entre los cuerpos celestes. Se creyó que su formación sucedió unos 200 millones de años después de formarse el sistema solar. Pero ahora se piensa que una colisión masiva en ese momento era poco probable. Y se considera que hace unos 4.350 millones de años posiblemente se produjo una «refundición» impulsada por la evolución orbital del satélite. Esto habría reajustado su reloj geológico y edad aparente. La verdadera edad de la Luna estaba disimulada por sus procesos geológicos.
Dicho proceso explicaría la frecuente aparición de rocas lunares cuya edad es de 4.350 millones de años. Por ejemplo, las recabadas por la misión estadounidense Apolo y otras similares. La «refundición» se explicaría por la atracción de las mareas de la Tierra, que provocó una agitación geológica generaliza. Y, al mismo tiempo, un calentamiento intenso. Por eso, «no deberían encontrarse rocas en ningún lugar de la Luna que sean significativamente más antiguas».
Órbita inestable
En algunos periodos de sus primeros años, la órbita de la Luna habría sido inestable. Causaba fuertes mareas originadas desde la Tierra. Pudieron dar lugar a episodios de calentamiento, alterando la geología del astro.
Además, los investigadores sostienen que la «refundición» explicaría por qué hay menos cuencas de impacto lunar de los primeros bombardeos de lo que cabría esperar. Estos se habrían borrado durante una de las fases de calentamiento.