Los plásticos rojo, verde y azul son más dañinos
¿Por qué? Porque los plásticos de colores brillantes se fragmentan más rápido. Se convierten en microplásticos contaminantes. Los investigadores de la Universidad de Leicester, en Reino Unido, lo descubrieron. Los plásticos rojo, verde y azul son más dañinos, porque se degradan más rápidamente en comparación con aquellos que son negros, blancos o plateados.
«El plástico no es solo el polímero Tiene muchos componentes distintos. El colorante es una parte significativa de su masa» Lo explica Andrew Abbott, profesor de química física de la Universidad de Leicester.
Eligiendo colores
Estos colorantes pueden proteger al plástico o no (según el color de que se trate), de la dañina radiación ultravioleta que promueve su desintegración. Todos los plásticos se degradan. Pero la velocidad a la que lo hacen depende del aditivo añadido. En un experimento, dejaron tapas de botellas de diferentes colores a la intemperie durante tres años. «Las tapas negras, blancas y plateadas, estaban iguales. Las verdes, rojas y azules estaban bastante rotas. Incluso bajo condiciones estáticas». Por eso, los plásticos rojo, verde y azul son más dañinos.
Se debería elegir el color que se les dará en función de la durabilidad para la que están pensados. Y considerar tanto la reciclabilidad del material como la probabilidad de que este se convierta en basura. «Para los objetos que se utilizan al aire libre o expuestos a la luz solar, se debe considerar evitar colores como el rojo, el verde y el azul. Así pueden durar el mayor tiempo posible».
Lo mismo en el caso de marcos de puertas y ventanas, cañerías o cunetas. Son más durables cuando son blancos, negros o plateados. Para los plásticos de corta vida como los envoltorios, las tapas de botellas, etc., apunta el estudio, «debe evitarse el negro». Es decir, los colores que hacen que estos objetos sean más perdurables.
Microplásticos
El gran problema de los microplásticos es que al estar presentes en casi todos los ecosistemas del planeta, acaban siendo parte de la cadena alimentaria.
El impacto en la salud de ingerir microplásticos aún no se comprende en su totalidad. Y algunas investigaciones indican que puede afectar negativamente nuestro sistema endocrino y las hormonas que regulan nuestro crecimiento y desarrollo. Su ingesta también ha sido vinculada a otros problemas de salud incluidos el cáncer, y enfermedades coronarias.